domingo, 17 de octubre de 2010
Dar la vida por alguien o enamorarse. Llámalo como quieras.
Llegó tambaleándose por las escaleras, con el pelo enredado en su nuca y con el pintalabios dibujando un nubarrón rojizo en su mentón. Hanz, furioso, la cogió del brazo y la lanzó sobre el sofá. Ella apestaba a alcohol, tenía las medias desgastadas y la falda dejaba ver parte de sus bragas. Hanz apagó el televisor y escuchó a Zemelieth arrastrar las palabras. De pronto, casi a punto de estallar de un ataque de histerismo, Zemelieth se arrancó la blusa, terminó con sus medias y dejó colgar su brazo izquierdo por el extremo del sofá.
-Acércate, joder. Acércate ya. Estoy chorreando.
Hanz palideció y retrocedío tres pasos. No debía, aquello lo ensuciaba, lo deshauciaba y le echaba mierda encima. Sin embargo, su cuerpo decía lo contrario. Su cuerpo lo impulsaba hacia el sofá, su cuerpo se ereccionaba bajo sus pantalones y las ganas de volar y de sentir su cuerpo cubrir al suyo llevaba demasiado tiempo esperando. Se deshizo de los pantalones y se arrojó dentro de ella, casi ahogándose. Tembló y notó cómo ella se clavaba en su espalda. Respiró como la primera vez después de que el orgasmo le estrechara contra ella.
Al terminar se tapó la cara, se amenazó a sí mismo y durmió junto a Zemelieth, que, inconsciente, parecía sonreir. Nunca se perdonaría aquéllo. Ahora sentía la imperiosa necesidad de cuidarla, mimarla y hacerla olvidar aquella noche. Pese al alcohol que recorría la sangre de Zemelieth, Hanz estaba seguro de que lo recordaría, que se lo recriminaría y que lo abofetearía. Tenía que empezar de cero. Eso siempre resulta difícil, y más cuando darías la vida por una persona que ni siquiera late por ti.
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Es brusco pero con un toque dulce, me encanta :)
ResponderEliminardar la vida por alguien es un acto increíble :)
ResponderEliminarHanz debería dejar de compadecerse y vivir lo que siente (que a veces sólo se siente una vez en la vida (y vida sólo hay una))
ResponderEliminarNi qué decir lo mucho que me gusta y transmite ♥
pd: Como tengo flickr abandonado, vengo aquí a deleitarme contigo. Tu cabecera es amor del bueno :)
Maravilloso ♥
ResponderEliminarMe has dejado mudísima.
PD: te sigo :3
Me encanta esta historia.
ResponderEliminarSi que es difícil empezar así de nuevo.
ResponderEliminar(L)
Me ha resultado desgarrador, le verdad. Sentir que tu cuerpo te da para delante cuando tu mente sabe que no debes y acabar echandote la culpa, y sobre todo esa frase final de "darías la vida por una persona que ni siquiera late por ti"... Cuantas personas que te leemos habremos pasado por lo que dice esa ultima frase?
ResponderEliminarun besazo