(todo hubiese sido diferente si nos hubiera pasado, todo aquello, en la azotea más alta de cualquier ciudad)


martes, 25 de mayo de 2010

Réquiem por un sueño.

Una vez alguien me dijo que pensase algo que me gustaría ser de mayor. Me dijo que ese algo me tendría que gustar mucho, tanto que, todas las mañanas tendría que estar dispuesta a levantarme temprano para estar haciéndolo todo el día. Entonces me preguntó:


-¿Qué es esa cosa que tienes tantas ganas de hacer mañana que hasta te dan ganas de madrugar?

No respondí. Entonces me hubiese gustado acariciar a todos los animales, levantarme bien pronto para meterme en la plaza trasera del coche mientras mi madre me llevaba al colegio y esperar el zumo de naranja de todas las meriendas. Me hubiese encantado madrugar para no parar de chapotear en la bañera y para no dejar de columpiarme con Pedro.

Años más tarde me volví a encontrar con esa persona. Me contó muchísimas cosas. Era un tipo inteligentísimo. Me narró muschísimas historias y me explicó en qué consistía su empleo y pude ver como, al finalizar, sus ojos se inundaban. Cuando se percató apretó los ojos con fuerza y dijo:

-Tengo dinero, suerte, fama, prestigio, mujer, hijos, familia, oportunidades y amigos. Lo tengo todo.

Me quedé muda. Si su vida era como la descrita no entendía el vacío que, en su mirada, poco a poco se iba derramando.

-Pero yo no tengo sueños. No digo que no los haya tenido nunca, pero la vida a acabado por arrebatármelos. Odio mi empleo y no amo a mi mujer. Tengo amigos por lo que bajo mis pies sostiene este pequeño negocio al que acostumbro a llamar vida. Cuando era pequeño quería ser artista, ¿sabes? Pero sólo dibujé caminos para una vida llena de detalles y vacía de expresión. Unas veces soñaba con mis cuadros y, alrdedor de ellos, muchísima gente. Felicitándome. Otras, sin embargo, me veía ganándome la vida pintando caricaturas y retratos en el paseo marítimo de la ciudad en la que veraneaba. Pero dedicaba mi vida en ello. Lo amaba.

-Yo ya sé que quiero ser de mayor, ¿sabes? Yo quiero levantarme todos los días a las cinco y media de la mañana para leer tu mundo, mi mundo y el de él. Para poder escribirlos en papel de servilleta y lanzarlos dirección al cielo. Quiero recoger los trocitos de vida que se quedan en cada uno de mis pasos y pegarlos en una libretita. Cuando los junte tendré las hojas suficientes para hacer un libro. Si quieres tú me puedes pintar la portada.



Y... y ahora quiero levantarme todos los días del año a la hora que sea para girarme hacia el lado derecho de la cama y encontrar el oxígeno de cada día. Ahora sé qué quiero y le quiero a él. Me quedaría despierta una noche entera para describir sus gestos, fotografiarle y retratarle en cada uno de mis pensamientos. Después de eso leeré hasta dejarme los ojos en las historias de Hesse o de Charlotte Roche, recopilando frases que me estremezcan. Cuando me quede dormida esperaré hasta que el sol se asome por la ventana y a que suene el despertador, para verle amanecer. Y, finalmente, escribiré sobre vidas que acechan mi imaginación e inventaré historias que iré anotando de forma progresiva en un ventanal que ahora se muestra abierto. Las anotaré en cada rincón del mundo. Él las ilustrará en cada rincón conmigo ♥

2 comentarios:

  1. sabes que me encanta lo que haces y como lo desarrollas , así que un 10 para ti, GUAPA!

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  2. Algun día me explicarás el porqué de tu perfección, ¿eh?
    Algún día.

    Love

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