(todo hubiese sido diferente si nos hubiera pasado, todo aquello, en la azotea más alta de cualquier ciudad)


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Mistakes.


Saliste de la autopista con la mirada clavada en la línea discontinua que separaba los carriles. La música estaba demasiado alta y te inclinaste hacia la radio para bajar el volumen. Perdiste el control del volante y el coche comenzó a hacer pequeñas eses. En cuanto notaste que no te dolían los oídos, agarraste el volante y continuaste el recorrido. El hombre que conducía detrás tuya pensó que tenías más copas de las normales encima y la señora que venía por el segundo carril opinó que la renovación de tu carnet sería lo más adecuado que podías hacer en ese momento. No, ni siquiera te habían visto la cara e ignoraban si eras hombre o mujer. Tampoco les importó que el resto del viaje respetaras los límites de velocidad y no se te desviase el volante ni una sola vez más. De hecho, cuando llegaron a sus trabajos ya eras un demente que no tenía respeto alguno por los demás. Y puede que sea un ejemplo estúpido, pero es cierto. Como también lo es que todos tus ex-compañeros te recuerdan por haberte atragantado mientras leías un párrafo o por caerte en la clase de gimnasia. Da igual las veces que aprendas de tus errores, los demás te recordarán siempre como el patoso, el retrasado o el kamikaze. Y tú no puedes hacer nada. La gente te recuerda por las veces que has caído, no por las que te has levantado.


Yo hoy me he saltado un stop y la señora del recogido me ha llamado "puta". Entonces, al llegar a casa, me he recordado que para ella siempre seré una gilipollas y me ha dado igual. También me he acordado de ti y de la historia que me contaste. Por eso estoy aquí. Yo sólo he venido a decirte que te equivoques las veces que te equivoques, para mí siempre serás la persona más maravillosa de este mundo. A ver si te das cuenta de que si caigo es porque quiero que acudas a mí y me levantes del suelo. Lo único que quiero es que vengas a por mí.






2 comentarios:

  1. Dios, Dios, Dios...
    Es genial, en serio.
    No he podido parar de leer super deprisa para saber qué venía después jajajaj (L)

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  2. Sólo puedo decir que me ha encantado (L) Precioso de verdad <3 ¡Besos!

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Tic tac. Déjame tantos segundos como quieras.